Tifon – Joseph Conrad – Fausto – 1975 – Blanda

**Tifon**: Hasta cerca de los cuarenta años, Joseph Conrad (1857-1924) llevó una vida andariega.
Nacido en Polonia, su nombre completo era Teodor Jozef Konrad Korzeniowski. A los diecisiete años emigró a Francia y finalmente ingresó en la marina mercante inglesa.

En el curso de sus navegaciones en pequeños barcos cargueros, descubrió una clave de la conducta humana y consagró el resto de su existencia a transfigurar este hallazgo en una producción literaria vasta y significativa, a lo largo de la cual el autor de Tifón se mostró obsesionado por el influjo que ciertos hombres, para bien o para mal, ejercen sobre quienes los rodean. En circunstancias críticas, determinados temperamentos asumen un papel decisivo en la orientación que han de seguir las personas integrantes de la misma comunidad.
La presencia del negro a bordo del Narciso llega a crear una atmósfera de magia e incertidumbre entre sus camaradas de la tripulación. La gravitación de un hombre cobarde puede inducir a Lord Jim a abandonar su nave, en deshonrosa contravención de los principios que rigen el comportamiento de los hombres de mar. Instalado en el "corazón de las tinieblas", Kurtz, apenas un mortal casi enloquecido por la soledad y el padecimiento, llega a convertirse en una especie de semidiós por obra exclusiva de su autoridad, extraña e inexplicable. Esta fascinación con frecuencia opera como un inescrutable residuo demoníaco. Pero también puede irrumpir como fuente de toda gesta heroica, por ínfimos que sean sus alcances, en la que un puñado de marineros sobrelleva sin claudicaciones una acción compartida en condiciones adversas.

El capitán MacWhirr —a cargo del vapor Nan-Shan, de bandera siamesa— no es, en apariencia, un hombre de cualidades notables y carece por entero de imaginación. Sin embargo, está dotado de la fortaleza moral que su profesión requiere. Atrapado por un tifón en los mares de la China, con un insólito y tumultuoso cargamento en la bodega, hace frente a la adversidad con aplomo y audacia. Libra su batalla personal con los elementos y comunica su firmeza de carácter a los hombres que se hallan bajo su mando.
En ningún momento cree tener virtudes desacostumbradas, pero en el instante adecuado es quien sabe resolver los problemas con entereza y equidad.
Prosista de notable mérito, Joseph Conrad exhibe en Tifón el formidable dominio del arte narrativo que lo ubica entre los más eminentes y renovadores novelistas contemporáneos.

André Gide, que realizó una excepcional traducción francesa de Tifón, escribe sobre este relato: "Admiro a Conrad cuando sabe detenerse en el umbral de lo espantoso para que la imaginación del lector pueda jugar libremente, después de haberla aproximado a la sugerencia del horror en una medida que juzgo insuperable".

"Jaime Rest".