**¿Se lo decimos a la presidenta?**: Florentina Kane ha cumplido dos años como presidenta de los Estados Unidos. El 10 de marzo -falta sólo una semana- la asesinarán cuando vaya al Senado a defender el proyecto de ley sobre Control de Armas. Se sabe que hay un senador relacionado con la comspiración, pero puede ser cualquiera entre cien. También hay un detective enamorado de la hija de un senador, y quizá la muchacha no sea tan inocente como parece. Cada día que pasa hay menos posibilidades de desbaratar el complot. Tal vez el único medio de descubrir a los culpables sea dejar que la presidenta cumpla el programa fijado para ese día... Esta novela -que continúa la saga iniciada con Kane y Abel y La hija pródiga- tiene una intriga prodigiosamente desarrollada. El autor domina todos los entresijos de la política estadounidense, desde el Senado hasta la Casa Blanca y el cuartel general del FBI. Ambientes y personajes están descritos con talento, agilidad narrativa y un conocimiento magistral de los hombres y las instituciones.
