**Relaciones humanas, rendimiento del personal**: Una de las cosas más difíciles en la tarea del supervisor, comparada por ejemplo, con la dirección de una empresa unipersonal, es el hecho de que él es el responsable del trabajo de sus subordinados, y debe desenvolverse dentro de un complejo grupo organizado. Esto hace necesario un conjunto de habilidades especiales, muy diferentes a aquellas que necesita un empresario. Ser jefe sería un asunto relativamente sencillo, si las condiciones bajo las cuales él actúa fueran constantes; y pareciera no haber cambios en las reglas de la actividad, pero el cambio es una de las condiciones normales bajo las cuales opera un jefe, y cada día éste se hace más evidente en el trabajo de oficina. Con ello queremos significar que el jefe de oficina debe constantemente valerse de sus propios recursos para solucionar las situaciones que surjan de nuevos sistemas y procedimientos y, especialmente del trato con otras personas, cuyo trabajo también está sujeto a cambios. Debe encontrar sus propias respuestas pero, ocasionalmente, las experiencias de otros que han afrontado problemas similares pueden serle de gran ayuda, al brindarle una solución que sea correcta para "él" en "su" situación.
