Petroleo para las lamparas de China – Alice Tisdale Hobart – Siglo Veinte – 1943 – Blanda

**Petroleo para las lamparas de China**: La circunstancia de que sea llevada al cine una creación literaria no implica siempre una sanción de sus valores literarios.
Pero en el caso de "Petróleo para las lámparas de China" es evidente que esa traslación a la pantalla, con tan rotundo éxito, como es sabido, configura el reconocimiento de los numerosos valores que agrupa en sus páginas una obra que se equipara con "La buena tierra", y que con ella constituye hoy, sin disputa, la obra más autorizada de tema oriental de la novelista norteamericana.

Alice Tisdale Hobart ha tenido la virtud, al igual que Pearl Buck, de lograr internarse en la compleja estructura íntima del alma china. Ese es el secreto de su éxito. No se ha limitado, como otros, a describir las costumbres, a destacar las diferencias, a subrayar las curiosidades pintorescas de la vida china. No es una simple turista en busca de "color local". Sus ambiciones de escritora honesta son mayores.
Quiere descubrir como es por dentro el ser humano chino, esos hombres y mujeres pertenecientes a una de las poblaciones más densas de la tierra, y a una de sus culturas más remotas. Para entregarnos luego el fruto de sus descubrimientos. Y no con un frívolo propósito fraterno y cordial de acercamiento, de conexión de alma a alma, de ser a ser y de pueblo a pueblo.
La novela es un elemento ideal para esta finalidad, y sirve a una escritora aguda y diestra como es Alice Tisdale Hobart para trasladar a sus páginas un gran trozo de vida de la China moderna, con todas sus vibraciones vitales, sus angustias, sus afanes, sus sufrimientos y sacrificios, sus abdicaciones y sus heroísmos. Asombra la capacidad del chino para soportar tanta miseria y tanto infortunio, y asombra no menos la sutileza de su espíritu, su fina inteligencia, el cúmulo de sus conocimientos.
Todo eso, es lo que advierte Esteban Chase, el héroe de la novela, y estas observaciones acumuladas a lo largo de penosas peregrinaciones por el interior de China y por la escarpada psicología y las costumbres de China, las pone al servicio de la compañía petrolera norteamericana a la que sirve. Pero él es apenas una minúscula ruedecilla de la maquinaria impersonal, inhumana, mecánica y fría que es la gran empresa extractiva, y Chase a pesar de sus heroicos esfuerzos y de los beneficios cuantiosos que procura a la Compañía, salta del tablero de la vida como una ficha de ajedrez cualquiera. La compañía no piensa ni siente. Y el drama del luchador norteamericano se acompasa con el drama del pueblo chino, para lograr un contrapunto de hondas resonancias dolorosas y trágicas en esta hermosa novela llamada a seguir conmoviendo a numerosos corazones de lectores y haciendo reflexionar a innumerables mentes despiertas a las alternativas del mundo.

Observaciones:

El libro se encuentra en Estado bueno, tiene los bordes de la sobrecubierta dañados.