**Padre Mario: Palabras para mi pueblo**: "¡Felices los que creen sin haber visto!". Si el hombre cree, da paso al milagro y a la gracia de Dios. Todos los mortales necesitan que el Señor permanezca siempre presente, porque muchas veces la vida es una larga noche. Anochece en medio de las urgencias y cuando las perturbaciones riegan de amargura el camino. También anochece con la traición de un amigo y cuando la realidad es tan dura que, por más que el hombre la patee y patalee, no puede cambiarla ni romperla. Pero nadie escapa a las garras del tigre volviéndole la espalda. La noche puede ser oteada con la presencia invisible pero luminosa de Cristo Señor. "Quédate, porque anochece". Su presencia es la única que nos permite atravesar la oscuridad con la frente alta para llegar a la luz de la Vida Eterna".
