**La humana aventura**: El arte narrativo de Bevilacqua, muestra el mundo como un paisaje lejano y maravilloso, al que nos acercamos por sucesivos descubrimientos de su inasequible secreto. En La humana aventura el protagonista se ve envuelto en acontecimientos que encierran, inscripta con la nitidez del rastro del agua en la roca, la cifra de las verdades ocultas del alma. A través de inolvidables episodios, la obra se configura como un viaje inciático, rico en espejismos como en revelaciones. Tiene razón George Moore cuando afirma, en sus Conversaciones en Ebury Street, que la intensidad es una de las virtudes literarias más raras. La intensidad de este libro es prodigiosa; en cualquier página en que lo abramos, nos veremos en la necesidad de no abandonarlo. He de hacer ahora una confesión: agradezco a Bevilacqua, no sólo la experiencia estimulante que más ha producido con su obra, sino también porque me ayudó a librarme de un error. En otra época yo pensaba que el relato fantástico exigía cierta objetividad estilística; esta novela me revela una verdad más profunda: la narrativa es arte gracias a las invenciones poéticas. Probablemente La humana aventura esté en el punto más alto y más puro de la creatividad de Bevilacqua. Adolfo Bioy Casares.
