Descripcion del libro:
**La comedia de los "derechos humanos"**: A partir del momento en que un cristiano hace suya la Declaración de los derechos del hombre (pero en virtud de qué aberración, de qué apostasía inmanente un cristiano puede hacer suya semejante declaración), a partir de ese momento será el hombre indeterminado, el hombre-pueblo sin fe y sin ley, puro ente de razón, de reivindicación y de sentimiento el que se convertirá en centro de interés, en fuente de toda justicia, en origen de todo poder. Sólo contará su voluntad, su exigencia, su rebelión.
"... En cuanto a la práctica de esos derechos, advertimos la contradicción de que son las autoridades tradicionales, reyes y gobernantes cristianos del pasado, del presente y del provenir quienes les conceden más libre curso, mientras los dictadores revolucionarios jamás los tienen en cuenta. Pero ya hace mucho tiempo que para el defensor de los derechos del hombre, el culto de su ídolo, el hombre abstracto, el hombre universal, prevalece sobre el amor al hombre concreto, a su prójimo, a quien directamente asesina". (Del capítulo VI).
