**La ciudad sumergida**: La Ciudad Sumergida nos introduce en un mundo de variadas anécdotas, en función de las cuales la autora nos hace "lectores cómplices de vivencias, sueños, realidades y reflexiones de muy diversa índole. Relacionadas entre sí por una escritura tersa, depurada, ese lector es convocado desde distintas y a veces antitéticas formas de conducta del ser humano. No faltan las apelaciones simbólicas ni la parábola que intenta encerrar el mensaje verdadero. Pero todo converge para la presentación de un mundo que, luego de sorprender desde realidades existentes o soñadas, descarnadas o tiernas, nos invita a la reflexión. Al goce estético se une la vertiente ética que florecerá, leídas estas páginas, en una doble sensación de placer y llamado para el espíritu. La gracias, el humor tierno y la sorpresa, son constantes en el texto. M. L. C. L
