**¡Jettatore!**: Jettatore! ... Es la primera obra de Laferrère. En ella se pone en ridículo una superstición harto difindida que atribuye a ciertos sujetos una fatídica influencia magnetica particularmente localizada en la mirada. La credulidad popular otorga a la "Jettatura" singular importancia y no logra vencer el miedo ancestral de la superstición. El Buenos Aires finisecular padecía la pueril preocupación del "mal de ojo", importada por la población campesina e intensificada por la abundante inmigración italiana (la palabra jetta viene de Italia). No es infundado suponer que el asunto de la obra provenga de la realidad inmediata: parece que el protagonista de la pieza existió y fue una figura prestigiosa de la política y de la sociedad porteña; además, en el anecdotario de Laferrère hay por lo menos dos episodios que tienen relación derecta con la idea central de la comedia. Tampoco es objetable reconocerle fuentes librescas como la novela Jettatura, de Teófilo Gautier, escrita a mediados del siglo XIX y divulgada a traves de dos traducciones. El autor tomó de la novela francesa el personaje del cortejante que denuncia la supuesta peligrosidad del rival y la involuntariedad de quien practica la "Jettatura" a la cual se alude en dos pasajes de la obra (vease acto, escenas 2 y 13)...
