**El último Emperador**: La figura de Pu Yi, último monarca de China, es una de las más contradictorias de la historia contemporánea. Nacido en la corte de Pekín, emperador a la edad de dos años, fue luego depuesto y tuvo que huir a Tientsin, donde vivió la amargura del exilio hasta que el ejército de invasión japonés le convirtió nte unos años en emperador de Manchukúo. Tras la paz de 1945 cayó prisionero de los rusos y luego de los chinos. Reeducado psicológicamente, el antiguo soberano de centenares de millones de hombres se convirtió en un súbdito fervoroso y disciplinado de Mao, ganándose la vida como un modesto jardinero. Pu Yi es uno de los personajes más singulares de nuestro tiempo. A las irrepetibles circunstancias de su existencia, el director cinematográfico Bernardo Bertolucci dedicó una gran película, para la cual esta autobiografía fue documento decisivo.
