**El idilio de Pedrin**: Joaquín Dicenta es un propagador entusiasta de ideales nobles y generosos. Su teatro, en el cual figuran piezas de gran belleza emotiva, como Juan José y El crimen de ayer, halla una aceptación simpática en los medios obreros y populares, a los que satisface en sus aspiraciones de mayor justicia económica y social. En la novela, su producción ofrece la misma característica, que es la de hacer resaltar los contrastes sociales y el influjo arbitrario y delictuoso de los prejuicios religiosos y aristocráticos que conducen, como en el caso que sirve de argumento a su relato Infanticida, a situaciones dolorosas e irremediables. Dicenta es, ante todo, un soñador de noble inspiración, cuya obra -aunque no perfecta- fué toda encaminada a procurar la atenuación de injusticias e iniquidades sociales que afectan a una porción considerable del género humano.
