**El destino de ninive**: Hasta el nacimiento de Austen Henry Layard en 1817, no había ninguna prueba tangible de que hubiera existido Nínive, la capital del imperio asirio. Desde la antigüedad se afirmaba que el imperio asirio era el que más tiempo había perdurado sobre la tierra, incluyendo imperios anteriores y posteriores. Sin embargo de esta civilización "clave para la historia de la humanidad" no se sabía si realmente había existido. La Biblia contenía numerosas referencias a Nínive como "a aquella gran ciudad", y ciertos fragmentos de su historia, conservados por geógrafos e historiadores griegos y romanos, atestiguaban su antigua gloria y esplendor. Así, aunque Asiria y Nínive habían sido nombres familiares desde la infancia, tal como lo expresara Layard muchos años más tarde "es solo cuando nos preguntamos qué sabemos realmente de los asirios que descubrimos nuestra ignorancia de todo lo relativo a su historia e incluso a su ubicación geográfica". Esta es la historia de Layard, narrada por la pluma maestra de Brackman, autor de El sueño de Troya y de En busca del oro de Tutankamon.
