**De sabihondos y suicidas**: ¿Constituirá una auténtica herejía o será tan sólo una exageración adjudicar al recinto de un café la categoría de templo? En la introducción a esta serie de relatos hondos, divertidos, sorprendentes -que nacen, progresan o culminan en una mesa de café- el autor se anima a hablar de una rara religión y hasta menciona la palabra liturgia. Quienes hayan fatigado sus mejores horas en ese entrañable espacio, sonreirán complacidos ante la confirmación de que se trata de un lugar sagrado. Las mesas de café han sido a través del tiempo testigos privilegiados de reflexiones, relatos, discusiones y confesiones que les otorgan una entidad que sólo desconocen quiene no han tenido la dicha de disfrutar de la magia de sus ritos. Una línea del memorable poema de Discépolo "de sabihondos y suicidas" fija no solamente el título del libro sino que también sirve para ubicar al lector en esa atmósfera de misterio, recogimiento y dolor a que nos conduce, de modo inexorable, la poesía cruel de no pensar más en mí.
