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Mocho y el espantapajaros y otros cuentos – Alvaro Yunque – Eudeba – Segunda Edición - 1972 – Blanda
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Título: Mocho y el espantapajaros y otros cuentos
Autor: Alvaro Yunque
Edición: Segunda Edición - 1972
Editorial: Eudeba
Estado del libro: Bueno
Medidas: 10,5 x 18 cm
Colección: _
Encuadernación: Blanda
Páginas 142
Peso: 150 gramos
Género del libro: Cuentos - Cortos
Idioma del libro: Español
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Descripcion del libro:
**Mocho y el espantapajaros y otros cuentos**: "¿Quién se aventurará a describir lo que sucede en el cerebro de un niño soñador cuando su sueño se ocupa de una muchacha?"
- ¿Me querés acompañar a la chacra de mi tía? - dice Tula - . Mamá me manda llevarle esta torta. Yo tengo miedo al espantapájaros que hay a la salida del pueblo. - ¡Puf! - hace Mocho, y se yergue, satisfecho de que Tula, ¡tan limpia, tan suave, tan modosa!, le haga este pedido, confíe en su valor y en su fuerza, apoye en él su debilidad femenina. - Me acompañás? - insiste ella. - ¡Vamos!
Comienzan a andar uno al lado del otro. Son de la misma edad, diez años, pero Mocho es bastante más alto, y parece de más edad con su corpachón vigoroso de muchacho crecido al sol y al aire libre, con su cabeza de pelos enmarañados, negros y duros, con su cara morena y como amasada a golpes. No en vano la delicada y dulce Tula busca su apoyo. El muchacho exhibe fortaleza y coraje, ¡vaya!, no lo ha visto ella misma enredarse a puñetazos con chicos mayores o correr a pedradas a perros grandes? Caminan y conversan. El:
- Por qué le tenés miedo al espantapájaros? No es nada más que un espantapájaros. Y vos no sos un pájaro. O te crees que sos un gorrión?
- Ya sé que no soy un gorrión, pero abuela dice que de noche el espantapájaros se pone a caminar, y yo pienso que si vuelvo tarde, sola, y me encuentro el espantapájaros por el camino...¡Ay! Con sólo pensarlo, mirá, se me pone carne de gallina, me enfrío. Tocá.
Mocho no se lo hace repetir. Toca la piel aterciopelada del brazo de su amiga, y habla. Habla seguro de sí: - ¡Son macanas eso que dice tu abuela! Yo he pasado de noche por el camino y el espantapájaros estaba allí como si fuese de día. - Habrás pasado una noche de luna? - He pasado en noches de luna y en noches de tormenta. El espantapájaros no se mueve de su sitio. - Noches de tormenta? ¡Qué valiente!