William Somerset Maugham: Estampas Chinescas

Apartándose por completo del "misterioso perfume de la China milenaria" a que nos tienen habituados los autores de relatos de clima oriental, Somerset Maugham presenta en este conjunto de cuentos, con exacto sentido de la realidad y la fantasía, una serie de interesantes descripciones, seres humanos, paisajes, momentos, que transcurren por el linde indeciso y apenas vislumbrado entre aquellas dos regiones. Las ciudades más populosas y las más míseras aldeas, los personajes más diversos y las circunstancias más insignificantes son material valioso para Somerset Maugham, que, viajero incansable y perspicaz, nunca turista trivial, penetra por medio de todos esos factores hasta la entraña más honda del panorama físico y espiritual del país chino. de cada uno de estos cuentos surge una enseñanza o una reflexión filosófica, o quizás un vislumbre de la fina poesía que anima el espíritu oriental. En uno de estos cuentos señala Somerset Maugham que para hacer literatura no tiene tanta importancia el material literario que posee el escritor como el "material espiritual" con que aquél es tratado.
Esta observación es plenamente demostrada en las páginas de este libro, a cada una de las cuales, animando como el mágico tañido de un gong invisible las figuras representadas en la seda de este biombo chino que extiende ante nuestros ojos, asoma el espíritu de su autor, ágil siempre, reflexivo a veces, otras finamente irónico y punzante.