LIBRO USADO
Shimmy B. De Cohen: La Odisea De Una Gitana
Shimmy B. De Cohen: La Odisea De Una Gitana
1 en existencias
Precio habitual
$52.800,00 ARS
Precio habitual
Precio de oferta
$52.800,00 ARS
Precio unitario
/
por
Los gastos de envío se calculan en la pantalla de pago.
No se pudo cargar la disponibilidad de retiro
Autor:
Titulo:
Editorial: Corregidor
Medidas: cm
Genero del libro:
Coleccion:
Encuadernación:
Isbn:
Peso: gramos
En el campo denominado "Los Olivos" y a escasa distancia de Puente Viejo, la tribu de gitanos "Unidos" tenía su campamento desde hacía muchos años.
Esto sucedía en un pueblo situado en pleno centro de Andalucía, donde otrora moraban temibles bandoleros de trabucos y repletas alforjas; bandidos de triste celebridad: "El Guapo", "El Terrible". "El Niño de la Montaña", etc. apodos que al cundir de boca en boca llenaban de terror a los pobladores de aquella comarca.
Con el transcurso del tiempo, y dada la guerra sin tregua ni descanso que para la captura de ello guiaba a la guardia civil, poco a poco fueron desapareciendo. Recién entonces volvió a renacer la paz y tranquilidad en el ánimo de aquellos habitantes, que vivían en continua zozobra y con la angustiosa perspectiva de esperar siempre algún atraco o emboscada, pues rara era la caravana o diligencia que se atrevía a cruzar a deshora por senderos apartados, y si esto llegaba a suceder, eran pocos los que salían ilesos del terrible encuentro, amén de dejar en manos de los audaces forajidos el botín que llevaran consigo.
De día y por temor a la policía, escondíanse en las intrincadas y abruptas montañas donde tenían establecida su guarida. De noche, favorecidos por la oscuridad reinante en esos caminos solitarios, se distribuían en lugares aislados y estratégicos, para que así fuera más cuantioso y abundante el producto de sus audaces fechorías.
Esto sucedía en un pueblo situado en pleno centro de Andalucía, donde otrora moraban temibles bandoleros de trabucos y repletas alforjas; bandidos de triste celebridad: "El Guapo", "El Terrible". "El Niño de la Montaña", etc. apodos que al cundir de boca en boca llenaban de terror a los pobladores de aquella comarca.
Con el transcurso del tiempo, y dada la guerra sin tregua ni descanso que para la captura de ello guiaba a la guardia civil, poco a poco fueron desapareciendo. Recién entonces volvió a renacer la paz y tranquilidad en el ánimo de aquellos habitantes, que vivían en continua zozobra y con la angustiosa perspectiva de esperar siempre algún atraco o emboscada, pues rara era la caravana o diligencia que se atrevía a cruzar a deshora por senderos apartados, y si esto llegaba a suceder, eran pocos los que salían ilesos del terrible encuentro, amén de dejar en manos de los audaces forajidos el botín que llevaran consigo.
De día y por temor a la policía, escondíanse en las intrincadas y abruptas montañas donde tenían establecida su guarida. De noche, favorecidos por la oscuridad reinante en esos caminos solitarios, se distribuían en lugares aislados y estratégicos, para que así fuera más cuantioso y abundante el producto de sus audaces fechorías.