La Energia Y La Vida Electricidad, Energia Atomica, Petroleo

Con harta frecuencia se ha dicho que la historia de la especie humana puede prácticamente resumirse en la historia de la creación de herramientas. Bien cierto es ello, claro está, pero no lo es menos que esta ininterrumpida creación responde al propósito de dominar cada día más, y con ciencia mayor, las potencias de la naturaleza, que han de servir a la salud y la alegría del hombre y no del cambio, a su afición.
Desplazarse con velocidad y comodidad crecientes, alumbrarse regular la temperatura de los ambientes donde trabaja y descansa, eliminar en forma progresiva el esfuerzo meramente físico para abarcar una dimensión intelectual cada vez más ancha: tales son algunas de las finalidades que lo impulsan y alientan. En fin, éstas y otras muchas, ya afines, ya coincidentes, tienen necesidad del trabajo conocido como consumo de energía.
Debe, pues, el hombre producir energía en la medida de sus necesidades, que a su vez acrecen y si modifican de acuerdo con la época. Y desde el descubrimiento del fuego y la fuerza del viento, la criatura humana no ha cesado ni cesará de valerse de las fuentes energéticas naturales para dar satisfacción a sus designios. Hoy, ya inaugurada la era atómica, la prodigiosa aventura pisa los umbrales mismos de los últimos misterios.
Energía y vida recuenta los pasos de esta carrera infinita.