Rodolfo Modern: La Señora Hellgaarth Sale De Paseo

Una ironía muy sutil flota, como mecida por el viento de las circunstancias, a lo largo de los cuatro relatos de este libro.
El autor se introduce en el ámbito vital de los personajes no como un intérprete, sino como un testigo. Convive con ellos en sus momentos más íntimos, sin ser visto y sin que se le escapen ni sus pensamientos ni sus menores intenciones. Verifica su quehacer, su conducta, sin calificarla y así puede sentir y describir, plenamente, lo dramático, lo absurdo, lo imprevisible, lo contradictorio, todo.
El regodeo descriptivo de Raquel Blodkin, el trasfonde kafkiano de La Transformación, los pequeños egoísmos de la solitaria señora Hellgaarth, la relación tigre/domador como revales hermanados en el espectáculo, son las cuatro puntas desde las que el lector puede avanzar hacia un mundo muy especial, recogiendo a su paso las pistas que en un análisis posterior mostrarán su verdadera naturaleza.
Destacamos el perfil de la señora Hellgaarth porque por su extensión constituye una pequeña novela. La prosa de Modern alcanza sensaciones táctiles y el personaje palpita y gime junto al que lee. Introducirse en el mundo de estos relatos no es una aventura ardua, ni trágica, ni solemne. Es tan simple como entrar en un desfiladero, en el que se avanza sin temor a perderse, pero en el que la única salida, al cabo del tránsito es la no deseada palabra "fin".