Jan De Hartog: El Camino En Espiral

Todo el mundo de Hartog está poseído del complejo de evasión, huída y ansias de salvación, y por ello su pensamiento imagina la vida humana como un eterno ciclo de marchas y retornos, pero no como si se tratara de un inmenso círculo que nos vuelve al punto de partida, sino como una espiral que anuncia en su punto más elevado el ansia afanosa del ideal y las esperanzas de redención.

En un deslumbrante relato que tiene como marco la lujuriosa selva del Asia meridional e insular, Hartog presenta el simbólico ir y venir del linaje humano. Antón Zorgdrager llega a Indonesia para cumplir diez años de apostolado médico.En Borneo encuentra a Breszezinska - Jansen, el más prominente especialista en lepra, quién, al descubrir las eminentes facultades del joven médico, decide hacerlo su discípulo y continuador. Y entonces Antón convierte la selva y a las epidemias en su obsesión, pasión en cuyo holocausto sacrifica su comodidad y su hogar.

Como el clima de Indonesia, lejos de aplacar, exacerba las pasiones amorosas, la actitud de Antón deja perpleja a su esposa. Esta, como todas las mujeres que se sienten influídas por esa atmósfera tropical lujuriante, ansía ser intensamente amada y se siente abandonada. De ahí surge su drama íntimo.

Algunas experiencias lo inducen a dedicarse a la investigación y finalmente resuelve experimentar en sí mismo. En Mamawi la lucha resulta tremenda, pues es, en realidad, el combate entre dos culturas: la de la magia negra contra la magia blanca del cristianismo. Pero ya el camino en espiral alcanza su punto más alto cuando es ayudado con el milagro de la fe.