Alejandro Briner: Saludos A Papá

Los relatos de este libro cumplen dos condiciones fundamentales para el placer de la lectura: cuentan historias y las cuentan con eficacia. Pero el mérito de Alejandro Briner no sólo consiste en este sabio respeto a las leyes del género.
La sencillez del estilo, la espontaneidad en la voz de los narradores, protagonistas o testigos, el lenguaje coloquial muy porteño, la inteligente elección del detalle, otorgan a hechos y personajes esa indispensable verosimilitud que da vida real a vidas imaginarias. La ironía y el humor enmascaran el vacío, la incomunicación y la angustia del habitante de la gran ciudad. La injuriosa furia del narrador de Saludos a papá es el grito del fracaso. El improvisado detective de Sesiones individuales manifiesta su propia indefensión ante la soledad.
Observador perspicaz de los mitos, prejuicios, ilusiones y desilusiones del hombre medio de Buenos Aires, de la grisura de oficinas, de matrimonios sin amor, de amores sin ternura, Briner hace una crónica singular y conmovedora de la más difícil aventura: la de vivir todos los días.
"Vlady Kociancich".