Silvia Puente: Remedios De Escalada

Remedios de Escalada: El escándalo y el fuego en la vida de San Martín.

¿Es ésta la voz de la muerte? Nada se lo confirma. Escucha sus recuerdos que como un torbellino intermitente se abalanzan sobre su propia cabeza, sobre su frágil cuerpo.
El estilo poético de Silvia Puente, sumado a un intenso trabajo de investigación histórica, logra rescatar a Remedios de Escalada de San Martín del silencio al que estaba condenada y, a la vez, otorgarle una voz que sólo la larga saga de mujeres argentinas, políticas y poetas, hacen posible.
Las cartas entre San Martín y Remedios nunca aparecieron. La mayor parte de sus descendientes indirectos aseguran que nunca existieron, pero ellos se escribían como lo confirma el general O'Higgins en correspondencia a San Martín, cuando le dice que tiene camas de Remedios pare él. Lo que nunca se pudo ocultar sobre ella es que con sólo catorce años organizó la publicación de una solicitada que se tituló 'Yo armé el brazo de ese valiente', donde se llamaba a todas las mujeres a colaborar comprando armas pare las milicias.
Culta, refinadísima, sensible, esta mujer animó una de las tertulias más importantes de la vieja aldea de Buenos Aires, la de 'Las Altos de Escalada', la case de sus padres. Y luego hizo lo propio en Mendoza, con Codas las dificultades que surgían de la 'siesta provinciana' que había sumido a las mujeres en la inactividad. San Martín y Remedios las despertaron, las integraron a la actividad política y militar, y les dieron una dimensión que más de una pagó con su propia vida.
En su amor apasionado, aunque encuadrado dentro de la idea de 'misión' que compartían desde lugares diferentes, vivieron la mayor parte de sus días. Pero sobrevinieron la enfermedad y también las infidelidades. San Martín resistió su mal hasta la vejez; la vida de su esposa se truncó en plena juventud.
Silvia Puente urde una trama sobre la sutileza de los opuestos -eros y tanatos, guerra y paz, amor y odio, revolución y reacción- y ofrece una novela de lenguaje cuidado, austero y sensual. En Remedios de Escalada se descorren los velos de una vida eclipsada por la omnipresencia del prócer, pero no sólo surge una mujer de la que muy poco se sabe, sino también un San Martin hasta ahora desconocido.