Analia Testa: Rincon Gaucho: Antología Del Suplemento Campo

La antología de artículos publicados en el llamado Rincón Gaucho de La Nación contiene diversos enfoques sobre la historia rural de la Argentina, y ofrece referencias literarias e históricas, recuerdos de estancias y cabalgatas, ecos de fogones y payadores. Entre un texto y otro el lector viajará en el tiempo y pasará de la campaña vieja, en la que el gaucho conoció una libertad ilimitada, al campo actual, que tomó forma con la introducción del alambrado y la creciente mecanización de los procesos productivos. El libro reúne a más de treinta autores que rescatan figuras y momentos evanescentes de ese paisaje, que fue transformándose a partir de una noción de progreso importada de la ciudad y de allende los mares. La reflexión sobre el gaucho, su ubicación social e histórica, su trascendencia en la literatura y en la música tradicional, abarcará un recorrido que llegará a nuestros días, pues como decía Juan José Güiraldes, padrino de esta obra, -el gaucho sigue siendo una explicación viva y no una idealización. Rincón gaucho propone -un alto en la huella- para rever la propia cultura y reconocernos como parte de ese proceso que llamamos tradición. Buscadores de imágenes y de palabras, más de treinta autores recorren libremente distintas épocas del desarrollo rural de la Argentina y recrean las circunstancias históricas en las que convivieron el gaucho, el estanciero, el resero, el domador y el guitarrero. Los autores reunidos por Analía H. Testa fijan en letras el espíritu de la patria vieja. No pretende, sin embargo, ofrecer una imagen acabada del pasado, sino someterlo a revisión constante y hallar en él referencias todavía vitales. Apelan al recuerdo de una campaña que desconocía molinos y tranqueras y aportan, además, una mirada crítica de la cultura rural. Comparten una lectura retrospectiva del mundo de Martín Fierro, que entrevera mitos y leyendas, usos y costumbres, jineteadas y carreras cuadreras, yerras y peleas de a cuchillo. De estas páginas surge el reconocimiento de que la tradición no es una herencia acabada sino un proceso que nos involucra en este acelerado presente.