Salomon Wapnir: Roma - Atenas - Jerusalen: Estampas De Viaje

Las andanzas de Salomón Wapnir por los caminos del mundo empiezan a brindar sus frutos. Para un viajero que cruza pueblos con la mirada alerta, atención despierta y su sensibilidad pronta a captar los matices más significativos de la vida de los seres, con quienes se enfrenta en su andar sin pausa, nada de cuanto contiene una humana expresión puede pasar desapercibido. En su pupila, en su recuerdo, en su corazón y en su cerebro, en su corazón y en su cerebro, todo va dejando la huella del encuentro.
Lo importante es lograr, luego, que todo este cúmulo de impresiones y de sensaciones puedan ser transmitidas con eficacia, de manera directa, captadas por el lector, sentidas por quien, a la distancia, revive mediante la lectura de una página, el paisaje, la escena o el episodio que viviera el autor en sus peregrinaciones por lejanos pueblos y ciudades.
Salomón Wapnir ha logrado, con la eficacia de sus relatos, crear, como lo dijera un crítico experto, "un verdadero género con su estilo propio", lo cual importa el mayor de los elogios que pueden serle formulados a un escritor. Crear un género e, incluso, dotarlo de un timbre personal, reconocible de inmediato, significa obtener una distinción destacable en el quehacer literario.
Este libro, Roma, Atenas, Jerusalén. Etapas de Viajes, es el primero de la serie que su autor se propone publicar, narrando sus experiencias y observaciones a través de sus viajes por el exterior del país. El avisado lector no ignora que, previamente, Salomón Wapnir publicó Hombres y Paisajes de la Argentina, vale decir, que antes de asomarse al conocimiento de la vida y del paisaje de lejanos países, conoció, como pocos, todos los aspectos de nuestra tierra, la realidad de nuestro hombre y de nuestro suelo. Podríamos decir que, precisamente, esta actitud es la que le concede personería para juzgar lo ajeno después de haber medido la dimensión de lo propio.
Las páginas de este libro constituyen para el lector, su entrado a los senderos del mundo por la gran puesta de la historia de la humanidad, de la civilización y de la cultura. Después de haber transitado por los caminos de Roma, de Grecia y de Israel, comprenderá mejor muchas de las faces de la vida de otros pueblos en nuestros días.