Howard Fast: Espartaco

Cada generación tiene su propia verdad, y sólo podemos hablar de historia cuando hay contemporaneidad en el sentir de un problema vital.
Tal es el caso de este libro, en que la erupción de un escritor sólo puede parangonarse a su sensibilidad de artista, en la rica penetración dentro de un pasado esplendente y multifacético.
Espartaco es un esclavo de la lejana tracia, a quien su condición ha llevado a la fastuosa Roma. Para solaz de juegos cuentos y brutales.
Habrá que sublevarse y su empuje vital y su lucha por la dignidad arrollará en un movimiento sin igual en la historia antigua, a más de cincuenta mil esclavos atraídos por su credo y su impulso vigoroso, y harán peligrar la estabilidad del coloso romano durante cuatro años.
El hecho vale en si por lo que tiene de gesta de libertad, pero el autor ha sabido pintar magistralmente todo un vivísimo cuadro de las instituciones, las costumbres, las motivaciones y la psicología de ambientes dispares de la gran ciudad, contrastando la riqueza del aprovechado cónsul, la inmoralidad del patriarcado, la exquisitez del esteta, la estulticia del proletariado invertebrado, la moderación del filósofo, o las virtudes que al fin de cuentas plasman y dan sentido a la lucha de Espartaco y sus esclavos.
Si Espartaco ha devenido un símbolo en la gesta por la libertad del hombre, Howard Fast lo ha hecho redivivo en el contorno histórico en que le tocó actuar, de forma que este libro tiene asegurada la condición de clásico de la literatura universal.